Está orientada al crecimiento y al bienestar emocional de las personas.
Tiene una base constructivista-humanista y se acompaña al origen de los conflictos emocionales, con la finalidad de cambiar la percepción hacia una visión más amplia para mejorar la calidad de vida y el bienestar psicológico.
Entendemos el bienestar como una sensación de armonía que surge por la percepción positiva acerca de las propias capacidades para afrontar los conflictos y por la conciencia de evolución personal que le da sentido a la vida.